sábado, 19 de enero de 2008

ALGÚN DÍA FUIMOS INVENCIBLES


Él tenía mujer, una relación llena de agradecimientos, de cenas familiares, de regalos útiles, de parientes conocidos, de tardes mirando televisión, de amigos en común, de proyectos desgastados, él tenía mujer y alas rotas, y ropa de ella en su closet, el nombre de su primer hijo ya resuelto, vacaciones programadas, escasez de besos, palabras comunes y nada en común, él tenía mujer y dos tazones, dos platos y la fe perdida.
Él tenía mujer y los bolsillos llenos de amor nuevo para darle, pero ella no hurgueteada en sus bolsillos para robarle ese amor, él tenía buenas intenciones pero un agujero en ese bolsillo, él apostaba a ganador y hoy teme perder el juego. ,,,y es que el juego ya está perdido...

Él espera que un día, un día cualquiera,,,,ella sea capaz de volar, como se lo juró un día

Ella no lo hará y él seguirá recordando que un día fueron invencibles….y sólo tendrá eso,,,,,
”Algún día fuimos invencibles"...algún día lo fuimos

4 comentarios:

Anónimo dijo...

el miedo me paralizó, ella sólo esperaba que yo me despidiera, quiéndola como la quería. No me atrevía a dar el paso porque mi entorno pesaba más que mi valentía.
me casé, dué 5 meses en ese pretender que, como dices, sus alas aflorarían y nopasó, sólo hoy entiendo que no fue mi culpa, si te está pasando, vete, hazlo por él, hazlo por el cariño que le tienes.
no te quedes allí, siempre es temprano, te lo dice alguien que llegó demasiado lejos
Pablo Irrbarre

Soledad Burgos dijo...

Gracias por la confianza Pablo...pero no es a mí a quien le pasa.
Gracias de nuevo por tu generosidad y espero que a quien le pase o le lelgue a pasar, no se le haga tarde
un abrazo gigante
Soledad

yorkperry dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Grock dijo...

Que bonito. Que autoengaño por miedo a la soledad. Que tiempo no perdido en aprender cómo se pierde el tiempo. Hay gente que por el pánico que siente sufrir intentando ser feliz, son eternamente mediocres, conformistas, o simplemente, más listos, tristemente realistas.
Yo aunque me cuesta, me resisto aún.