jueves, 31 de enero de 2008

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He resuelto que el amor es la infalibilidad arbitraria y humana de sufrir con justificación.
He resuelto que los errores son la alternativa para cultivar aquella frase, a esta altura un mito, de que “errar es humano” y sentirse orgulloso de errar.
Me gustaba usar de niña los sombreros de mi abuelo Germán, caminar por la plaza de Chiloé en círculos y sacar el pan crudo del horno,,,nunca me gustó disculparme, aunque me desvelara el arrepentimiento,,,pero solo necesitaba otro sombrero y un poco de masa y olvidaba.
Hoy, hoy los errores son de repararse con llantos y ahogos,,con faltas de respiro,,,hoy ni las masas de harina, los sombreros, ni los círculos en las plazas pueden evocarme esa mágica costumbre de sólo olvidar.
Hoy un sombrero solo serviría para esconder la vergüenza, la masa para tirarla a la mierda y los círculos para no encontrar esquinas y así tener más tiempo para no pensar.
Aparece la necesidad de pedir perdón, y así, verbalizándolo parece que me perdono 3 centímetros de lo infinito que necesito perdonarme,,,,
Encontré un jardín, un jardín que regar bajo piedritas blancas, cientos de ellas,,,,ahora entiendo el yoga, aromaterapia y los cien malos inventos para olvidar por ratos…

3 comentarios:

yorkperry dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gonxalo Oyanedel dijo...

Muy de acuerdo con el título

Grock dijo...

me gusta, me gusta mucho