lunes, 24 de septiembre de 2012

YO

LA INNOMBRABLE

Cierto que la vida es cíclica y que hay un minuto en que retomar se vuelve capital, incontrolable, cierto, vital, inmaterial y soberbio. No hay alternativas, por lo menos hoy no las hay para dejar de escribir.


Recuerdo hace dos años haberle escrito a mi libertad, ese trozo coqueto y displicente, que tan bien se escabulle y hoy, muchos diciembres después, descubro que ese escrito estaba guardado, no esperando por mí, sino por alguien que me dijese: “recién hoy esta canción tiene sentido”, pues bien, “recién hoy mi escrito tiene sentido” y la libertad no es la protagonista, hoy lo eres tú…


“Me quedé sin defensas, absolutamente sin defensas y es que veo como pasa la intensidad por mi puerta y yo sin escudos, pasa como una ventisca feroz y me mira, me habla, me invita, me seduce, me confunde y enfunde, me atrapa, me convence, me enamora, me sacude y yo, siempre sin defensas.

Es imposible no rememorar la agenda diaria, el cansancio dislocado, las quijadas en aprietos, el alza de la bencina y la reunión de los lunes, sin más acepto el trueque, vida de mierda por vida de mierda y apareces así, ofreciendo ratos, recreos nerviosos, todo en segundos, dolor de panza, susurros en el oído precisos para mis 15, perfectos para mis treinta y siempre. Aparece y me confundo minutos, aparezco y te confundes medio segundo,,,,

Desaparecemos y la confusión es infinita y ahí está el trato, aparece implícito y sin retornos...todo se traduce al resto del día en la panza por el dolor de no atreverse a formar parte de la agenda diaria.

La sortija es el vínculo con esa agenda diaria, los espasmos, el esperar, el pretender, el proyectar, es la sortija con la renuncia anticipada y así los valores de iglesia, los valores de cuna, los valores a la vena y así la causa y así termina y así la agenda diaria”.