domingo, 23 de marzo de 2008


Trato de que me distraiga, de que me importe, trato de asimilarlo como una perdida, pero no puedo, ya no me importa, es más, me conforta porque mi proyección de derrota se distancia mucho de la que era hace un tiempo atrás, porque el valor de las cosas ha mutado tanto que tengo la capacidad de discernir de la forma más clara, sensata y práctica que nunca tuve o pude …..
De qué hablo?, de que el valor de las cosas va transando, se vuelve liviana e infinitamente más simple y básica, el dinero pierde valor, el dolor ya no es tal, la paciencia se vuelve elástica, los ojos son más lindos cuando se abren sin miedo, fruncir el seño y contar las arrugas sobre él, es contar 1 medida de sabiduría (eso lo aprendí de ti primita), decir que No funciona tanto como decir Si.

3 comentarios:

Mary HC dijo...

La pérdida, el dolor, el lamento, la desesperación... pero no las palabras, las palabras quedan ahí perforando tu alma aunque, con el tiempo, tampoco signifiquen nada.
Un beso
K.

Mary HC dijo...

La pérdida, el dolor, el lamento, la desesperación... pero no las palabras, las palabras quedan ahí perforando tu alma aunque, con el tiempo, tampoco signifiquen nada.
Un beso
K.

Daniela dijo...

"nada es tan importante". "No hay que tomarse la cosa tan en serio..."...mmmm, quizás es esa sensación, de a ratos, (de abundantes y a veces demasiado excasos ratos) en que uno es conciente, sabe y siente, lo fácil que es "ser feliz", y sabe y siente, que pa ello, no hace falta nada, absolutamente nada, sólo estar allí. Claramente lo olvida el segundo siguiente de tener, saber y sentir esa certeza.