martes, 18 de marzo de 2008

PASTEL


Me dio hambre a la hora en que no debe dar hambre, cuando ya estás en pijama, el pelo tomado y ese chaleco blanco invierno, eterno, regalón y que huele a casita, pero cuando ataca el hambre y a eso le sumas un antojo en particular, imposible sacarlo de la cabeza, Es la única razón por la que me quito la indumentaria del sueño y parto sin quejarme.
Me puse zapatillas (rosadas), salida de cancha (como en los 80), dos trenzas (fácil, rápido y tierno) busco las llaves y parto, mientras bajo en el ascensor voy pensando y casi salivando por una gran pizza de palmitos, colitas de camarón,,mm.
Bajo los 4 pisos, me encuentro con el conserje, al que por cierto saludo 20 veces al día (que incómodo), pero bueno, lo cortés no quita lo valiente,,,
Camino hacia el supermercado, a esa hora vacío, que placer…y llego a las pizzas, derecho a la de palmitos y colitas de camarón,,no me di el tiempo de elegir otras, mi antojo era específico y porfiado.
Regreso caminado lento y pensando en el banquete que me iba dar en pocos minutos, cuando venía lo peor. Llegaba al estar del depto y me encuentro con 3 vecinas, viejas, cuicas, estiradas y de la vieja alcurnia penquista,,un desastre, no porque me desagraden en particular, si no porque son mis vecinas y obviamente se detona una lucha de territorio entre la recién llegada y las Alma Mater del lugar.
Saludo nuevamente al conserje, las señoras me saludan con su nariz estirada y claro, devuelvo el saludo amablemente, el ascensor demoraba en llegar y por nada quería sostener una conversación con ellas, insisto, no era por nada en particular, ni siquiera una predisposición al autismo voluntario, pero prefiero guardar el anonimato en mi lugar,,,me subo, se suben y la señora con la nariz más estirada me pregunta, linda a qué piso, cuarto respondo, cuarto piso?, , en qué departamento, 401 le digo, me dice, pero cariño, si somos vecinas, yo vivo en el 402, diablos, diablos, diablos (pensaba para mis adentros y con la pizza en la mano), que bien le digo, entonces estira su mano y me dice Josefina y algo (no sabría escribir el apellido, muchas letras, muy poco común), un gusto Josefina, Soledad Burgos.
Linda, podrías venir el viernes a tomar el te y así nos conocemos más….tosí dos veces mientras pensaba en la respuesta, sería fácil decirle que no, cualquier excusa serviría, pero no sé porqué le dije, ok Josefina, el viernes nos vemos.
Llevaré pasteles… incluyendo a la más pastel,,,,yo misma

7 comentarios:

canastafamiliar dijo...

Si yo estoy viejo, tu estas vieja, tu papá está anciano y tus abuelos no se como chucha siguen vivos.


:P

no estamos tan viejos.

La ultima vez que te vi fue en tu casa de dos pisos, de madera, con una escalera que termina en una especie de buardilla donde tenian puesto el computador

¿creo que ya no vives ahí no es cierto?

saludos.

yorkperry dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ernesto dijo...

umh... si fueras mi vecina... (la imaginación la he echado a volar y soñar las centenas de situaciones que podrían darse...)

que tengas excelente día!

Mary HC dijo...

Jaja, poor Soledad. Cuando yo estrené, mi vecina me dijo que el edificio se parecía al de Aquí no hay quien viva -serie de vecinos crápulas y metomentodos...- Espero q no, le contesté. Luego me invitó a pasar y pasé, sólo hasta medio metro de la puerta. Me despedí sin invitarla a mi pieza. Un día me regaló una botella de sidra y... después me dio por perdida. Vecinos sí, pero no hasta el infinito y más allá.
besos.
K.

wilson dijo...

Jajajajaja que cuadro mas bizarro mientras no se te contagien esos hábitos de la tercera edad o te unas al club de fundación la rosas no hay problema.
A y lleva unos pasteles con licor para ver si se sueltan un poco las viejas

Sese dijo...

Yo soy más vago, hubiera llamado a tele pizza.
Los que vivimos en pisos altos el ascensor a veces es un suplicio. No siempre tienes ganas de hablar (es como los taxis) y no por ello eres un mal educado. Me encanta el anonimato que transmite la ciudad en este aspecto, permite acorazar tu intimidad, sin dar cuentas de nada a extraños. Es propio devenir el que trabará las amistades sin necesidad de forzar las situaciones. Aún así yo hubiera hecho lo mismo que tú (por cierto felicita a tu vecina, hoy es su santo).

Un saludo
(y sigue visitándonos)

Soledad Burgos dijo...

- Yorkperry: pensé en arrojarle la pizza en la cara, pero tenía mucha hambre.
- Ernest: si fuesemos vecinos te aseguro que nos caeríamos mal,,soy más cordial acá.
- K:cómo estaba la cidrá?
- Wilson:ya se me están contagiando los hábitos de la tercera edad.
- sese: hubiese llamado a telepiza, pero insisto, tenía mucha hambre para esperar y ya ves...me salió el tiro por la culata...