Que fastidio caminar por estas calles, esas callecitas y ese no sé qué desaparecieron…se abrió marzo como solo marzo lo sabe hacer y despiadadamente se traga a los que cierran los ojos y se descuidan.
Había olvidado los mechoneos y ese insoportable olor a vinagre caminado descalzo, pero que va, supongo que esa cara de orgullo de los pequeños universitarios vale la pena dejarlo pasar…aparecen esas caras de tristeza y resignación de la gente grande, como si cada paso fuera una camilla de clavos, los ojos grises de tanta mirada gris, las cejas fruncidas y la frente arrugada, como si su siguiente frase fuese ¡váyanse a la mierda, déjenme en paz¡…todo es demasiado, demasiado caro, demasiado tiempo, demasiado trabajo, demasiada espera, demasiado romántico, demasiado frío, demasiado inestable, demasiado recto, demasiado lejos,,,,todo es demasiado.
Me apuro, me siento invadida y sé que es contagioso,,,no estoy preparada aun para los “Demasiados”...aun no
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3 comentarios:
No te apures, tranquila.
No olvides que la fiesta no empezará sin ti.
Normalmente, cuando esas miradas de ceño fruncido nos deletrean despacito las tristezas, también nos quitan un pedacito de esperanza y alegría. Sigue caminando como si todo fueran sonrisas de felicidad...
Un saludo
K
Bello escrito. El ser humano tiene demasiado, pero sólo en una ínfima parte del planeta. La mayoría de los seres humanos no tienen ni la palabra escaso.
Saludos cordiales desde las Islas Canarias.
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