lunes, 12 de noviembre de 2007

Sin mascarilla


Le llamaría “el temido Santiago”..No sé si es hábito de pueblerino, insistiré en aquello, temerle a la contaminación en el amplio y sostenido sentido de la palabra, a la competencia, a los chicos malos, a las corbatas grises, la escasez de abrazos, la desconfianza ya incorporada a los genes, el pasto del vecino, que los días feriados no sean de caramelo, sino un apresurado salir arrancando.
Sin embargo, (siempre hay un sin embargo)….te sientas en un café de Concepción, justo frente a la plaza, con el teléfono colgado a tus oídos y a tu curiosidad, ves pasar un camión con un León enjaulado y un señor que grita con voz de pito que te invita cordialmente a ver a este león hacer alguna gracia..Entonces, sólo entonces empiezas a imaginar otro café, de esos que son retazos de la colonia, en un lugar donde las mascarillas se guardan en tu bolso de viajero esporádico, comienzas a escuchar otra voz, otras historias, un susurro que te parece conocido y notas que por un segundo Santiago se presenta amable, atrevido, dulce, encantador, sorpresivo y buscado.
Notas también que esta ciudad de muñecas gigantes guarda celosa regalos sólo para ti…y ya a esta altura te haces amigo de la idea…Santiago siempre tendrá algo para ti….hoy fui la afortunada y no usé mascarilla porque el regalo venía con aire fresco.

5 comentarios:

Ernesto dijo...

yo prefiero no salir con máscaras ni mascarillas... soy como soy a donde vaya...

y el café, para cuando Soledad?

yorkperry dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
La Miss dijo...

Santiago, no tengo el placer de conocerla, pero se me hace, llegar alli, como cuando desde Sevilla llego a Madrid, que si bien uno se agobia bastante, tambien se ven muchas cosas que dan gusto.
En todo caso sigo prefiriendo las ciudades medias, vivi en buenos aires y no creo que me pudiera adaptar nuevamente a una ciudad tan bestia.

Anónimo dijo...

las mascarillas siempre son necesarias, la vida nos da mil juegos que debemos saber interpretar......una vez tuve un hermoso juego, en el cual soñe y disfrute la pasión....sensualidad y hasta el amor........fue una niña....una niña disfrazada de mujer y sin saber que pretender......y sin darse cuenta usaba una mascarilla......hasta que esta se quebró......y la magia murió..........pero finalmente esta historia el viento se llevo, sin embargo en el recuerdo mas recóndito de mi mente quedo.......
.....Creo y creeré que todos tenemos una pequeña mascarilla.......que podemos usar para hacer lo que nos llena pero va en contra de nuestra razón........

caravaggio dijo...

contaminación... tenías que ver cómo esta madrid estos días. y por supuesto, llena de obras, pero también de vida.
Santiago... una de las ciudades que tengo pendientes (y espero que sin mascarilla).