jueves, 22 de noviembre de 2007

Nuevamente reculemos...Reduntante no?


No me siento sola en este proceso, se que cada cierto tiempo nos reinventamos, algunos por gusto, otros por necesidad y muchos por costumbre. Lo insólito de esto es que los métodos para recomenzar son por decir lo menos, curiosos, tan curiosos como las razones para “volver a nacer”.
Por ejemplo, largos baños de tina con esencias florales, que por lo general nos dejan con olor a clavel y los dedos arrugaditos, pegarse un viaje entre semana, esconderse de los brujos en la casa de los papas, hacer yoga, apadrinar a un niño, quemar en un rito diarios de vida, agendas, borrar archivos, salir a caminar muy temprano o muy tarde, volver a la casa de la infancia, ir al cementerio a saludar a los finados, visitar a los abuelos, una tarde y la clásica puesta de sol, en fin, podría pasar un día enumerando ejercicios para recargarse con energías y sensaciones de “AHORA SI” .
La verdad es que es tan sencillo, tan barato y obvio hacer el ejercicio de recular, es simplemente perdonarse, reconciliarse con uno y asumir que si, es verdad, cada cierto tiempo nos caemos del capullo y darse cuenta de aquello es la ciencia, simplemente eso, saber que de vez en cuando cambiamos de piel.