Los intereses empiezan a cambiar, a dar vueltas como esos remolinos de papel en los cementerios, los intereses y las prioridades cambian, se alborotan y trascienden de forma tan irresponsable e irreparable que uno no puede hacer más que asumir. Tratar de retroceder y acercarme a lo que me parecía esencial es soplar esos remolinos cuando el viento esta furioso, cuando el viento no da tregua.
Las palabras, fueron siempre tan postizas que dejarlas pasar no alteraban un fragmento mis paraderos, las palabras,,,, como los amores de papel…se pierden entre las faltas de ortografía, como mis faltas de ortografía

Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.