jueves, 28 de febrero de 2008

sus canas

A veces creo que está loco, puedo pasar mirándole tardes enteras hablar solo, enojándose y reconciliándose con él mismo en fracción de segundos, juro que me hipnotiza su pelo blanco.
Su paciencia es un testimonio de guerra, su ropa una esquina de los 80, su voz pausada un calmante a la vena, sus carcajadas agua tibia en invierno, sus manos una pala inoxidable, sus ojos una aguja punzante y esquiva.
Juro que me hipnotiza su pelo blanco…

1 comentario:

Gonxalo Oyanedel dijo...

Por alguna extraña razón, te creo.