lunes, 3 de diciembre de 2007

HEMISFERIO IZQUIERDO


El encanto de la silicona tiene su lado perverso. Al parecer, cada mujer que se somete a estos estruendos de voluptuosidad, incorpora a su hemisferio cortical izquierdo dos anómalas neuronas que las hacen más sueltas de lengua.
Podría nombrar a una serie de adictas al Gim, al platinado y a la nunca bien ponderada sala de operaciones para demostrar que la silicona tiene efectos secundarios, y si, lo voy hacer, y no es que sus nombres alimenten mi ego frustrado, o mis más ocultos deseos de aumentar algo en mí, sino que sin querer, están cambiando los parámetros de las conversaciones con sus arrebatos de honestidad que ya tienen mi capacidad de asombro durmiendo en otro lado.
No citaré textual, porque evidentemente no merecen las comillas, empecemos: Ella me dijo sin prepararme para aquello: "Sí linda, tuve una hija, subí 22 kilos, me quería morir, pero bueno, todos me decían que es parte del ser madre, luego vino el segundo y NO, por ningún motivo. Así que fácil, me puse 100 cm cúbicos y me levanté las pechugas, me saqué un poco de rollos y acá me ves, regia como a los 15, imagínate, ya tengo 30 y ni se me nota.
Después de está curiosa especie de acertijo confesional, la soltó, y me dice con su voz y un cuesco de palta en la boca ¿y tu Soledad, cuánto te pusiste en las pechugas?. Para ser honesta no sabía si sentirme agredida u orgullosa, en mis escala de sentido común no está incorporado el ponerme cosas, es más, me he sacado un par de ellas por operaciones, a la vesícula por ejemplo, pero pensar en aumentarme las pechugas, es como pretender ponerme un lunar en la mitad de la frente para ver si puedo ser más sabia.
No sabía como sostener la conversación, porque esta mujer de apellido vinoso estaba amenazando mi paciencia y sin duda trasladándome a otro hemisferio absolutamente desconocido. ¿Será que las conversaciones entre mujeres están cambiando de tenor y estas son las preguntas de moda?, ¿será que tener 30 años es sinónimo de necesariamente tener que volver a los 15 a punta de operaciones?,. Diablos, tengo 32 y mi esfuerzo al respecto ha sido dejar de comer pasteles o cambiar a bebidas Light.
No, la verdad es que no me he puesto pechugas le contesté, entonces noté en su cara un dejo de desilusión, no creo que haya sido por el hecho de verme guapa sin quirófano, sino porque ya no había más que decir. ¿Dé que más podíamos hablar?. ¿del calentamiento global, de cómo están creciendo sus hijos?.

9 comentarios:

yorkperry dijo...

?????????.....

yorkperry dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Javier Gómez (Rivera) dijo...

Hola Soledad,
Muchas gracias por pasarte por el blog!
Otro besazo para ti!

Pablo dijo...

Gracias por pasarte por el blog colega. Hazme propaganda. Saludos.

FRIGOLITO dijo...

jaja ps bueno a los cuarenta sería muy divertido volvertela a topar tal vez siguen las naylons o el cerebro beto a saber

Silverfuck dijo...

A veces nuestras conversaciones se suelen volver tan triviales, que puedes llegar a incomodar, sobre todo cuando se trata de la belleza no? No pude evitar sonrisas mietras leía tu blog, es muy interesante, volveré más seguido, para disfrutarlo.

Carlos J. Martín dijo...

Muchas gracias por pasarte por mi blog y me alegro mucho de que te guste.
Espero que lo sigas haciendo a menudo y sigamos en contacto.
Un besito

rama dijo...

Que curioso, las chicas sí que son complicadas, a los 30 son más lindas, para mí y más si todavía tienen el envoltorio natural!.
Un saludito, esta muy copado tu blog!.

Chachatroso dijo...

Bacán la historia, las mujeres (al igual que los hombres) suelen sentirse amenazadas en situaciones como esta. En las mujeres los senos, el trasero, las caderas. En los hombres, los penes, la musculatura. Sin hablar del intelecto.
Saludos.