miércoles, 16 de julio de 2008


He visto una escena que me paralizó, no porque fuese especialmente cruda, extraña o singular, sino por lo cotidiana y común de la imagen.
Estaba en el supermercado buscando jugo natural, a la temperatura justa, de tal marca y tal sabor, por lo tanto no era tan fácil como suena ir por un jugo al supermercado y mientras me enfrentaba a una hilera gigante de ofertas, sin ver un atisbo del jugo que buscaba, miro hacia el lado y una mujer de mi edad, mi color de piel, con el largo de mi pelo, estaba frente a los quesos eligiendo delicadamente uno y con su otra mano apoyaba su pancita, no soy buena para calcular cuánto crece un enano en la guatita de mamá, pero deduzco que serían 5 meses. Quedé, como decía antes, paralizada, porque esa imagen tan cotidiana se transformó en un cuadro familiar, cercano, vulnerable. Quedé observándola con algo de pudor, no quería que ella lo notara, pasaron unos minutos y llegó un chico guapísimo, se acercó, puso la mano en su panza y le beso la frente.
Tendré un hijo…..mi panza crecerá y buscaré delicadamente naranjas (ese será mi antojo), tocaré mi guatita, hablaré con mi hijo y no se perderá detalle de lo que pasa afuera…
Mientras eso pasa, haré salud con el jugo que finalmente encontré…
Para los que no leen entre líneas, no estoy embarazada,,,aclarado esto, voy a dormir.

6 comentarios:

Daniela dijo...

ufffffffff, yo de piña y QUE a mi utero no se meta NADIE! NADIE, A NO SER QUE POR ERROR

Daniela dijo...

sabes, es lindo creerle a las certezas que del interior te hablan al oido.

yo, les creo, y jamàs me fallan

rama dijo...

Y sin duda ya que el pibe va ser parte de la familia, él mismo quería elegir el mejor quesito!.
Saludos.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Los antojos............ si es que sois muy caprichosas, pero benditos caprichos.
Saludos y un beso

Gonxalo Oyanedel dijo...

Las inquitudes acechan cuando volamos bajo.

Sebastián dijo...

los 30 son una edad dificil... asi parece... saludos soledad