domingo, 29 de junio de 2008


Hay sólo una cosa que nos permite identidad, sólo una que nos aferra y nos contiene, que revienta proyecciones, que no duerme y que grita incesantemente, que es orgullosa, soberbia y coqueta.
Solo una cosa que permite asiento y fuga, que nunca será propia, porque nos sobrevivirá infinitas veces, infinitas e infinitas veces, solo una que es el real cordón, que nos elige, que nos sana y perdona nuestros exilios, estará allí quieta esperando, esperando con olor a uno.
Es la tierra,,,,, negra, gris, marrón o transparente, húmeda, tibia y sabia y es tan sabia que se entrega justo a tiempo, en el lugar preciso y a la espera de que clavemos nuestros pies en ella.
Felicidades prima porque ya hay donde plantar las primeras de muchas raíces,,,,

3 comentarios:

Queiles dijo...

Asi es. La tierra que nos envia y nos recoge.Tendré que volver a visitar este desarme de historias si vos lo permitís, Soledad.
Saludos

Daniela dijo...

nanay...
despacito y al oido te lo digo, bien despacito, porque son cosas que no digo pero que siento....

te quiero mucho, gracias.

yorkperry dijo...

=-)