MI PROPIO PARTIDO

Pensaba en un discurso, una postura política, hacerme parte de un colectivo de abanderados por alguna causa justa o injusta, ir en defensa de las ballenas, de los perros, los gatos, los homosexuales, los abuelos, la televisión, los niños, los barrenderos, políticos corruptos, putas de esquinas y de lujosos departamentos. Pensaba en tomar partido por algo o alguien, y así sentir que contribuyo en algo a moldear mi “pequeña e indisciplinada sociedad”, pero por más que indagué, hurguetee e insistí, no hay bandera de lucha que me identifique, en serio no la hay. No me interesan los políticos corruptos e insistir en ello es corromperse también, las putas que sigan su rutina (no la deben pasar tan mal). Ballenas?, bueno, es algo exótico por estos lados y aunque las hubiera, me da miedo el mar, los perros y gatos ya se asociaron hace rato y sencillamente se me acaban las trincheras y opciones.
Así que he tomado una sabia decisión, fundaré mi propio conglomerado, ya tengo las directrices, hasta tengo las bases para los futuros miembros:
Sentarse en un sofá cómodo y no decir palabra hasta que yo hable, y por supuesto seré yo quien decida el tema y dentro de éstos, está estrictamente prohibido hablar de: política, religión, fútbol, teorías extrañas, televisión, matemáticas, ciencias y filosofía, juegos de salón, novios, novias, depresión, penas eternas, traumas infantiles, anécdotas repetidas, sentimentalismos, periodismo, música, recetas de cocina o cualquier receta, ocio, actividades extra programáticas, enfermedades crónicas, concursos, etc..
Esto si que es democracia, debería patentar mi nuevo partido político y de seguro sería una sólida contribución.