sábado, 20 de octubre de 2007

abuela

Me he pasado el día ensayando las recetas de mi abuela Luisa, no precisamente sus recetas de cocina, sino aquellas en que su prioridad era el descanso en el amplio sentido de la palabra, el descanso de los huesos, de la cabeza, del corazón, de la paciencia, el descanso de las malas intenciones, el descanso del arrepentimiento, del trabajo, del rigor.
La abuela tenía la capacidad de sentarse en su sillón y olvidar sus dolores de huesos y sobre todo sus dolores del corazón…..
NECESITO UN SILLÓN Y A MI ABUELA

3 comentarios:

Anónimo dijo...

pucha cay!!!!!!!no tengo un sillón , ni menos a tu abuela,sí tengo un saco de buenas vibras para ti, un oido enorme para escucharte si lo necesitas, también un sofá cómodo que muchas veces ha echo de freud cuando estoy abatida!!!!quizás un viajecito al campo no te haría nada de mal....la micro dbe decir SanJa..no lo olvides...cuando quieras!!!

Anónimo dijo...

querida amiga, por tu escrito noto que algo pasa pero, como dirías tú al verme con alguna señal de pena o perturbación. VAMOS QUE SI TE ATORAS CON UN HUESO DE POLLO, QUE TU ÚLTIMA PALABRA SEA: SI ME MUERO O ME CAIGO, NO SE PREOCUPEN QUE ME LEVANTO SOLA.
nada vale la pena dejar de verte sonreír.
te quiero mucho
Polita

Anónimo dijo...

Que mirada tan dulce tienes, es digna de un ángel tan bello como vos!
jfrancisco70@hotmail.com