viernes, 26 de octubre de 2007

LA BODA DE MI MEJOR AMIGA


La suerte estaba echada. Se casaría un 9 de noviembre por la iglesia, lo que no es menor, considerando que aquellos ritos le parecían un tanto fantoches. Dios sería su testigo, pero ella lo prefería testigo de conciencia y no de rosetones en las bancas de una iglesia. Sin embargo las tradiciones pesan en el fondo y en la forma, así que la familia tendría fotos y videos, y ella su propio álbum.
Ella decidió que Dios sí sería su testigo de conciencia y no se casará. No habrá fotos, no habrá videos, ni pensar en un álbum….
Ella pensó en pedir perdón, pero Dios le insinuó que no había pecado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

UPS¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Anónimo dijo...

Y por qué no se casó?

geraldine dijo...

Dile a tu amiga, que la vida es inmensamente larga..que yo sé que el tiempo sí borra el dolor...y que no hay que pedir perdon de nada a nadie...la procesión va por dentro y uno a prende a sanarse sola...Dile también que envidio su valentía y que el albúm que ella cree vacío hoy, mñana estará lleno de sonrisas...Dile que las bodas...son una excusa cuando uno cree que acompañada se pasa mejor...
Abrazos..

La Miss dijo...

Me ha gustado mucho esta entrada, proque justamente hace unos dias hablaba de algo parecido. Una coincidencia que a kilometros de distancia se encuentren pensamientos tan similares y que justo el mismo dia dejaras un comentario en mi blog.

yorkperry dijo...

dile a tu amiga un mensajito, muy pequeñito, breve y especial:

"A veces la bibliografía sirve de algo"

;-)