Las jornadas son agotadoras, agotadoras y adrenalínicas. Me parece perfecta esta mezcla entre el mar que amenaza y no está y los papeles que bailan, las llamadas que burlan y las reuniones que duermen.
Pero acá no se resiente, es la burla propia de una bruja mal criada, el trabajo dignifica y dignifica porque se siente en la piel, los logros, la vista gorda a detalles y finalmente la obra en todo su esplendor y resplandor, entendiendo la diferencia. Misión cumplida, espalda en transe y salud a la hora del te.
En 2 días cumplo años, el 11 de diciembre y 34 diciembres, está todo como merece estar.
Bienvenidos