jueves, 6 de noviembre de 2008


Me tortura en las mañanas el café apurado y hoy tuve tiempo de tomarlo lento, pausado y mirando hacia el parque y la verdad es que no hay gracia ni encanto cuando el café se toma como un brindis postergado.
Prefiero el tránsito.

2 comentarios:

Mary HC dijo...

A mí, el café me gusta tomarlo sentada en las escaleras de entrada de mi nuevo hogar. Mirando como se mecen los árboles y escuchando el canto de los pájaros ligando. Y no, no es cursi, es la realidad del mundo desde un rincón que me permite dejar de pensar quién ganó las elecciones o qué mierda de compañías de teléfono tenemos o, desde luego, cuando me liberaré de ese peso que cae como una losa.
besos

Pía dijo...

me siento bastante identificada con la frase "Un brindis postergado", será que tengo que esperar mucho para contarte eltorbellino de sucesos que me ocurren por minuto...por ejemplo que estoy enamorada como creo k nunca lo he estado o como k me sente a conversar de la vida con el Sr. cerda en una banca de terminal de buses..ufff definitivamente son unas cuantas copas de vino antes del brindis que nos merecemos..besos y cuentame mas de ti..niñametáfora!!!