Es mucho el tiempo que pasó. Sí, es mucho descenso y ascenso en fracción de segundos, pero las deudas pendientes siempre cobran la cuenta y aquí estoy. Nuevas historias, simples y herméticas historias. Mucha contingencia cambiando vidas, entornos y convicciones.
Hablar de mí vendrá cuando mi ego me haga tropezar, pero aun no me condenan las malas costumbres y lo destacó porque no es verdad, mi ego sí está, pero es mejor dejar evidencia de sensatez y pretender, como dije alguna vez, turbinas dando vueltas.
Chile se codea con el mismísimo demonio, y es bueno haber mencionado renegar del ego para luego declarar demasía de él. Es lo que pasa con los estudiantes…de tanto pretender buenas intenciones, ideales, cuentas pendientes, derechos, democracia, dictadura, presupuesto, cobre, piedras, tras piedras, tras piedras, se perdieron la mejor parte, que es recordar el porqué esto les hacía disfrutar tanto ese quiebre necesario.
Se metieron con los demonios, auspiciados y patrocinados por los señores políticos olvidados, que vieron la oportunidad de reflotar camufladamente y los niños les creyeron, en esa calidad, de niños.
Y aquí estamos, desvirtuando todo ese infinito esfuerzo inicial, por piedras y bombas bien puestas.
Ya no les creo, ya no les creen, se maquillaron con los mismos polvos de esos señores y eso es suficiente para despedir cualquier causa, porque seguiremos nosotros, la manoseada clase media, pagando, como diría mi abuela “ justos por pecadores”.
Hablar de mí vendrá cuando mi ego me haga tropezar, pero aun no me condenan las malas costumbres y lo destacó porque no es verdad, mi ego sí está, pero es mejor dejar evidencia de sensatez y pretender, como dije alguna vez, turbinas dando vueltas.
Chile se codea con el mismísimo demonio, y es bueno haber mencionado renegar del ego para luego declarar demasía de él. Es lo que pasa con los estudiantes…de tanto pretender buenas intenciones, ideales, cuentas pendientes, derechos, democracia, dictadura, presupuesto, cobre, piedras, tras piedras, tras piedras, se perdieron la mejor parte, que es recordar el porqué esto les hacía disfrutar tanto ese quiebre necesario.
Se metieron con los demonios, auspiciados y patrocinados por los señores políticos olvidados, que vieron la oportunidad de reflotar camufladamente y los niños les creyeron, en esa calidad, de niños.
Y aquí estamos, desvirtuando todo ese infinito esfuerzo inicial, por piedras y bombas bien puestas.
Ya no les creo, ya no les creen, se maquillaron con los mismos polvos de esos señores y eso es suficiente para despedir cualquier causa, porque seguiremos nosotros, la manoseada clase media, pagando, como diría mi abuela “ justos por pecadores”.